viernes, 20 de abril de 2012


Llorenç Villalonga, Maria de la Pau Janer, Miquel López Crespí, Onada Edicions...


“Miquel López Crespí acaba de publicar Les vertaderes memòries de Salvador Orlan, la segunda parte de una trilogía sobre el escritor mallorquín Llorenç Villalonga. López Crespí ha vivido intensamente la aventura de sumergirse en nuestra historia reciente para explorar sus miserias y analizar la psicología contradictoria e interesante del autor de ‘Bearn’.”. (Maria de la Pau Janer)






“Villalonga es un auténtico personaje de novela” (Miquel López Crespí)




Per Maria de la Pau Janer, escriptora




-¿De dónde surge el título de su último libro?
-Se titula Les vertaderes memories de Salvador Orlan. Se basa en las Falses memòries de Salvador Orlan, una autobiografía novelada del escritor Llorenç Villalonga en la que encontramos su visión de la Guerra Civil, y de la Mallorca de los años 20, 30, 40... En realidad mi obra forma parte de una trilogía sobre Villalonga. El primer libro fue Una Arcàdia feliç publicada por Lleonard Muntaner y Premio Pare Colom 2010.

-Por qué esa primera parte se titula Una Arcàdia feliç?
-La expresión parte de unas palabras de Villalonga con las que pretendía definir cómo era Mallorca durante la Guerra Civil. Explicaba que la vivió en Binissalem, donde podía escribir tranquilamente ensayos literarios, mientras los payeses le visitaban para ofrecerle los frutos del campo. Se casó con Teresa Gelabert en noviembre del 36, en plena guerra, y se fueron a vivir a la casa de ella en el pueblo. En realidad, ambos libros formaban parte de una única obra que comienza en julio del 36 y dura hasta mediados del 37. Una novela que he tenido que adecuar por cuestiones editoriales en dos volúmenes. Aún queda un tercero por publicar.

-Hábleme de su interés por Villalonga.
-Me interesa Villalonga porque él mismo es un auténtico personaje de novela, y también por la época que le tocó vivir: la anterior a la República, la República, la Guerra Civil i la postguerra. Fue un personaje conflictivo e interesante. Tuvo una gran capacidad de adaptación a cada circunstancia histórica. Cuando tuvo que ser falangista, lo fue. Cuando tuvo que ejercer como catalanista, lo hizo. Me seducía su mundo: poder indagar en la psicología del escriptor en una época tan conflictiva en la que mataron a tres mil mallorquines. Como médico del Psiquiátrico, en la calle Jesús, hacía guardias nocturnas. Podía oír perfectamente los disparos de los asesinatos del cementerio, minetras hacía arengas en la radio contra los de izquierdas y los catalanistas.

-Un personaje ciertamente complejo.
-Me interesan las contradicciones de un intelectual joven que leía a Proust y a Voltaire...  A Villalonga sólo le preocupaban sus intereses. Su obsesión era ser escritor. Primero lo intentó en castellano, pero no fue reconocido como tal. En un determinado momento, le ‘descubren’ algunos personajes importantes de la literatura catalana, como el editor Joan Salas, el investigador Sanchis Guarner, el poeta Josep M. Llompart... Se fijan en él porque a principios de los 60 había un vacío en la novela en lengua catalana en Mallorca. Había muchos poetas, pero aún no había aparecido la llamada generación de los 70.

-¿Había un vacío literario?
-Existía la necesidad de construir un novelista moderno, del siglo XX. Joaquim Molas también contribuye a la construcción del personaje. Se explica que ha sido falangista circunstancialmente, sólo una temporada (curiosamente la más sangrienta). Sin embargo, en los años 30, escribió Centro, que se convirtió en una pequeña biblia para la gente que se oponía a la modernización de la sociedad. Hubiese deseado ser un aristócrata francés, alejado de la literatura rural y clerical. No mantuvo contacto alguno con la Escola Mallorquina. Todo ello se reflejaba irónicamente en Mort de dama. Pienso que Baltasar Porcel también le ayudó. Hubo muchas personas que colaboraron en la construcción del mito. Se inventaron el personaje del Villalonga moderno y el invento funcionó.

-Hábleme de Les vertaderes memòries de Salvador Orlan.
-Me he divertido haciendo jugar a algunos de los personajes de las novelas de Villalonga, que resucitan y aparecen en mi obra. Un ejemplo es Xima, de Bearn, que se le aparece al mismo Villalonga. A partir de las líneas de sus falsas memorias he reconstruido las verdaderas. Aparece el escritor que piensa y escribe sus reflexiones literarias y políticas. Es la historia de un hombre que quiere escribir. No le gustaba ser médico. Al casarse con Teresa puede rodearse de las condiciones óptimas para hacer literatura. La Mallorca más moderna no le gusta. Odia los nuevos inventos, los coches, los trenes, los teatros populares. Su novela Andrea Victrix es un alegato contra la Mallorca moderna. Esa Mallorca cuestionará sus privilegios. Teme el progreso, la libertad de expresión... Es lector de Freud, de los filósofos alemanes... Se siente por encima de los que leen a Costa i Llobera.
Diari Última Hora (1-IV-2012)

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